El último pastel de manzana
Estaba esperándolo mientras comía mi carrot cake con frapuccino. Apareció y fue raro. Sentí que el tiempo no había pasado hasta que conversamos. Él seguía igual. Mismos pensamientos, mismas acciones, pero diferentes gustos. Quiso probar otro postre. Al inicio me sentí aliviada por estar del otro lado de la mesa. Él seguía convencido de que yo cometí un error y le pedí perdón, no por creer que me equivoqué, sino por lo que pudo sentir a raíz de mi decisión. Era mi amigo, era. A veces uno se queda con los recuerdos bonitos y olvida por qué las historias terminan. A veces siento que estoy en deuda y eso te ata a una eterna gratitud. A veces solo hay que decir 'gracias' y continuar. Yo tenía claro que deseaba otro cuento para mi vida. Él quería vivir historias paralelas. No lo juzgo, pero tampoco lo comparto. "Ordena tu vida y te sentirás mejor" le dije. Yo venía de error tras error hasta que, de repente, tuve una prueba gratis de lo que es un vínculo honesto. Me gustó...