Té de Jamaica

¿Qué pasó con los planetas? No pronosticaron ese desastre y encima me compré un paquete enorme de té de Jamaica, cuando ya me quedé sin corazón. Empecé a tener delirios, para luego darme cuenta que la única persona que podía sostenerme, abrazarme, motivarme, ya no está.
Aún no aterrizo en esta realidad, sigo delirando con que aparecerá. Y en ese proceso, me aferro a cualquier emoción positiva. Solo busco reírme de un chiste tonto, tener una conversación superficial, compartir un cheesecake o subir a una montaña y sufrir en el intento. Lo que sea, para que al menos una hora de mi vida no sea llorar en silencio.
Porque la frialdad me invade y ya no veo las cosas bonitas que podrían pasar. Soltar ya no duele, si ya perdí lo más valioso, lo que siga pasando dará igual. ¿Y saben? Al final los planetas no estaban tan mal, porque cuando preguntan cómo estás, termino diciendo "Bien, todo muy bien"
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