No desesperes





Tomé café y mordí un sublime. Corrí al baño y vomité. Me preguntaron qué quería estudiar, dije que no sé y me respondieron “postulas en 2 meses” pues con esa presión de tiempo hasta el chocolate más rico no tiene cabida en tu cuerpo. Ya que lo único que puedes hacer es pensar.

Sueñas con ir a la universidad, hacer muchos amigos, esperar el fin de semana para ir a 'juerguear', estudiar con pasión y corazón porque te gusta lo que haces y aprendes cómo. Acabar con un diploma en mano, sonreír en cada flash y recordar con tus padres mirando la foto estampada en tu sala, desbordando felicidad.

Jamás hagan caso cuando te digan “si te gusta dibujar pues sé cirujano, tienes precisión o si te gusta el teatro estudia comunicaciones no hay mucha diferencia” ya que tus sueños, sueños serán y nada más. Cuando no estás seguro de algo pues no lo hagas ya que a media carrera reaccionarás y dirás “Me estafaron”. Si tienes suerte podrás empezar desde cero, sino sentirás que tu vida apesta.

Ya pasaron más de 2 años y sigo aquí, postrada en mi cama pensando todas las madrugadas qué es lo que me gusta de verdad. Cuándo veré la luz, sentiré el viento y aparecerá la rosa blanca de Guadalupe. Odio mi carrera, odio corre por mis venas. Amo muchas cosas pero elegir algo que amo para estudiar, es complicado. Por mis ojos y manos han pasado muchas cosas, desde medicina hasta modelado en arcilla.

Yo pertenezco al grupo de los que tienen suerte. Mi padre dice que pruebe, dice que la vida es un bufete. Solo sabré qué me gusta de verdad si pruebo un poquito de todo. Algún día sucederá, algún día encontraré el sentido de levantarse temprano, ir como chancho apretado en el carro y escuchar discursos largos.

Mi pecado es ser curiosa y aburrirme rápido de las cosas. Para sobrevivir mi truco es no morir pronto, quiero saber qué seré de grande. Si algún consejo puedo dar es que mandes al tiempo al infinito y más allá. Limpia tu mochila, siempre encuentras cosas que no necesitas, guarda lo indispensable. Para mí: una manzana, un lapicero, un cuaderno y una cámara fotográfica.

Empezar desde cero a cada instante no es agradable, sin embargo no me arrepiento de mis huidas inesperadas siempre me llevo alguna experiencia grata.

Si estás en esta etapa como yo, ya no hay nada que perder. Acepta que tu vida es diferente. Que tu despertar vocacional en algún momento llegará, o quizás nunca, pero mientras tanto disfruta de lo que ahora te gusta y no desesperes.


Comentarios

Entradas populares