Y entonces

- Tarde o temprano nos tenemos que ir
- Lo sé, es el ciclo de la vida
- Entonces ya no estés triste
- Es fácil entenderlo, pero difícil aceptarlo

Desde pequeña me enseñaron que nacemos, crecemos, nos reproducimos y ... resulta tan sencillo decir que vamos a morir, porque en realidad, en el fondo creemos que aún no llegará ese día. Recién cuando aparecen algunas arrugas, comenzamos a contar los años y hasta nos ponemos fecha de vencimiento. Ingenuamente, creí que en ese orden suceden las cosas. Hasta que ocurre lo contrario.

Me pregunto por qué, una y otra vez. Debería aceptarlo. Pero por qué. El destino está escrito, Dios lo quiere así o es una lección para ser más fuerte. Creo que el destino se modifica, que Dios no quiere lastimar a una familia, y que una lección se puede aprender de otra manera. Entonces por qué sucede.

"Te voy a extrañar mucho, te necesito a mi lado" 


¿Y es así que todo termina? Los "Te quiero", los "Te amo papá", los "Cuídate mucho hija, que te vaya bien" a dónde se van. Ahora qué sigue. Por qué de un momento a otro, desaparece lo que amas. Qué haces con todos esos recuerdos, si papá ya no está. El que iba a tu colegio para participar en los campeonatos de fútbol. El que te recogía de las fiestas con tus amigas. El que te abrazaba y daba fuerzas. El que siempre te cuidaba. Ahora dónde está.


"Quisiera cerrar mis ojos, abrirlos y ver que nada pasó"

Un papá nunca te abandona, y aunque no lo veas, sí lo sientes. Jamás se irá de tu lado. Ahora te enseñó a valorar tu vida, a no quejarte y sonreír, a disfrutar de cada instante, a aprovechar las oportunidades. Te mostró que tienes amigas ingratas, pero que correrán cuando las necesites y estarán en las buenas y en las malas.

Mi abuelita me dijo que el tiempo ayuda a superar esos momentos, que no es fácil, que no es rápido, que vas a sentir un derrumbe interior, pero si eres fuerte. Y has demostrado que lo eres. Seguirás. Ayudarás a los demás a reponerse, y vas a continuar siendo la mejor, porque siempre lo has sido. Colocaste la corona a la Virgen, y sabes que eso no lo hace cualquiera. Son señales. No eres de las que desmayan. Eres de las que triunfan.

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