¡Cuarteto!_4

Esa noche fue divertida, a pesar de no entender sus chistes de medicina. Solo sonreía para acompañar las risas y omitía las palabras complicadas. Sinceramente, mi chiste de la uvita es mucho mejor.  “No hemos venido para hablar de enfermedades” dijo su amigo. Al fin se dieron cuenta de mi mala actuación, mi sonrisa se desgastó. 

¿Y qué piensan hacer cuando terminen la universidad? Les pregunté, quizás sus proyectos podrían motivarme. Andrea y su enamorado se irían a New York para su especialización, me pareció hermoso que tengan planes juntos y se apoyen para lograr sus objetivos. Primero deben aprobar un examen que lo darán dentro de 3 años y desde ahora ya están estudiando. 

Rodrigo sí hará el SERUMS. Eso me tranquilizó, a pesar que un año estaría en algún pueblito lejano, podría coger un bus y buscarlo. De repente, dijeron “Oye, Rodrigo ¿No te ibas a Colombia?” Shock emocional, eso jamás me comentó. Invoqué a mis ángeles antes de colapsar, no sé con qué cara lo miré para que me abrace y diga que todo saldrá bien. 

Yo preparé mi corazón para no verlo un año, pero no 2, 3 o 4 y en otro país. Eso no está en nuestros planes. Evité cuestionarlo en público, no estaba molesta, solo con algo de tristeza, sin embargo, jamás le haría problemas por viajar para estudiar. Lo admiro por eso. 

Pasamos la madrugada hablando, desde la diferencia de un micro, bus u ómnibus, hasta  por qué la educación universitaria es tan aburrida y no fomenta los vínculos sociales a través de fraternidades.
Fue un buen primer día, sus amigos son más tranquilos de lo que imaginaba. Rodrigo es un bandido, no sé cómo hizo para encajar. Solo tienen algo en común: Perseverancia y voluntad para no decaer en ese largo camino por recorrer.    


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