¡Cuarteto!_3

Con el trajín de andar de un lado a otro, nos alejamos un poco.

 

¿Todo bien Vero? No ¿Quieres que vaya a comprar algo? No ¿Entonces? Quiero que me digas que… Que te amo y eres mi vida, ya lo sabes y siempre lo repetiré para que no lo olvides.

Sin darnos cuenta, el sol ya no estaba y el repertorio de canciones terminó. Supuse que era las doce, pero el reloj marcaba las 8pm. “¿Y ahora qué hacemos? Pues, juguemos”
Llevé mis cartas "Adivina qué es". Formamos parejas para empezar la competencia. Yo le decía palabras que no estén en la carta y él adivinaba el objeto.

¡TRAICIONERA, MANÁ, ALAS, FLOR! …Mariposa

¡DE AGUA, HABITACIÓN, NOCHE!... Cama

Rodrigo y yo hacemos buen equipo.

¡DOS POR DOS, CINCO MÁS CINCO!... No sé … ¡AAAH!

Me desespera que no adivine, no quedaba mucho tiempo. Trató de tranquilizarme, solo es un juego, no estoy apostando la vida. Yo creo que nadie juega pensando en perder, quizás no debí gritar tanto ni golpear la mesa, quizás sí debo relajarme, quizás la idea es divertirse y no molestarse si perdemos por su culpa. Quizás.

Después de 4 rondas, ya sabíamos todos los objetos. Mi cuerpo me jaló a la cocina, ¡Oh casualidad! Mis ojos veían vodka, ¡Oh casualidad! Mis ojos veían licor de algarrobina, ¡Oh casualidad! Mis ojos veían muchas cosas y mis manos actuaron por impulso.

Es posible que sus amigos piensen “La novia de Rodrigo es alcohólica”, pues no, solo quise dar utilidad a un producto, que sin querer queriendo se terminó. Rodrigo se molestó, ya tiene una mala experiencia conmigo y el alcohol. 

Felizmente al día siguiente no le pedí que me lleve al hospital, solo sugerí comprar una pastilla para las náuseas. Eso fue suficiente para escuchar su monólogo de "Por qué no debo tomar". Solo quería una pastillita, nada más. Tampoco estaba muriendo, si no podía, normal. Fue algo exagerado. Ya estoy grande. Creo. No.