Con todo y gato

Esteban no es un chico malo

Se ahoga en amantes. Tiene su harén. Él lo niega y al rato aparece una moviéndole su melena. 

Pero lo único que quieren es saciar sus pasiones pero Esteban tiene algo más que dar, quiere enamorarse otra vez, quiere olvidar a su ex.

Valeria llegó en el momento indicado aunque será difícil lidiar con su pasado. Es problemática y obsesivamente desquiciada. Él se fija en tormentas cuando busca paz.
Ella lo quiere porque ve en él al chico bueno en motocicleta. Ella lo quiere y tal vez para siempre. 

Esteban prometió no dejarla. Promesa que no va a cumplir a pesar que pudo romper su candado y alejarse poco a poco de ese 'bonito' pasado que lo enloqueció, que lo enamoró, que lo dejó tirado y abandonado. Ya no la llama, ya no la busca... solo piensa cada minuto en ella. 

Valeria acepta esas condiciones es que está enamorada. 
La ex volverá (siempre vuelven) con su gato en la mano y sus ojos enormes mirándolo, él no resistirá y caerá en sus labios.
Olvidará a Valeria con todo y promesas a pesar que no quiera. Es algo que ya no está en sus manos, le dará nostalgia pero no es a ella a quien ama.